El consumo de tabaco y café puede reducir a menos de un año los efectos del blanqueamiento dental.
Una bonita sonrisa constituye una efectiva carta de presentación para nuestras relaciones sociales y laborales y, por eso, debemos cuidarla al máximo. En ocasiones, el consumo de café, té, vino tinto, colorantes alimenticios y tabaco puede provocar que los dientes se vayan oscureciendo de forma progresiva.
“Seguir diariamente unos correctos hábitos de higiene bucal es fundamental para mantener los dientes blancos”, explica el Dr. Lobo, especialista de las clínicas Milenium Dental de Sanitas. Cepillarse con frecuencia, acudir regularmente a la consulta del odontólogo y una limpieza dental profesional al año contribuyen a mantener una perfecta salud bucodental y a lograr la eliminación del sarro. Además, reducir el consumo de tabaco, bebidas y alimentos con altos niveles de colorantes evitan la aparición de manchas en los dientes.
¿Cuándo es necesario recurrir al blanqueamiento?
En ocasiones, estos consejos no son suficientes para lograr una sonrisa blanca y radiante. Es en este caso cuando el Dr. Lobo aconseja a cada persona la opción de blanqueamiento más idónea, atendiendo a diversos criterios médicos.
“Por ejemplo, para dentaduras extremadamente sensibles a alimentos y bebidas frías o calientes se debe realizar un tratamiento desensibilizante antes o durante el proceso de blanqueado”, explica el Dr. Lobo. En el caso de las caries, éstas deben ser tratadas antes de comenzar el blanqueamiento. Además, no se recomienda el blanqueamiento para mujeres embarazadas o en periodo lactancia, ni para menores de 18 años.
Resultados y efectos secundarios del tratamiento
La tonalidad final dependerá del color base del diente. “Realmente debería llamarse „aclaramiento dental‟, ya que lo que hace el tratamiento es devolver al diente su color natural. Esta es la razón por la que nunca parecerá artificial”, afirma el Dr. Lobo Sanz.
Los resultados de este tratamiento empiezan a apreciarse después de la sesión clínica y pueden llegar a durar de 5 a 7 años, aunque dependerá de la persona y del sistema utilizado. Los hábitos de cepillado, el tabaco y el consumo de diferentes bebidas y comidas, también tendrán un papel importante en cuanto al tiempo que dure el blanqueamiento. Si el consumo de estas sustancias es muy elevado los efectos no superarán el año como norma general. Además, existe la posibilidad de hacer periódicamente sesiones de mantenimiento para prolongar su efecto.
En cuanto a los efectos secundarios del tratamiento, la mayor parte son de carácter temporal y deberían desaparecer en unos días. Los más importantes son la sensibilidad de los dientes al frío o al calor y la irritación de encías.
Fuente: Noticias médicas
No hay comentarios:
Publicar un comentario