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jueves, 31 de mayo de 2012

Día Mundial Sin Tabaco



Día Mundial Sin Tabaco






El 31 de mayo se celebra el Día del No Fumador o Día Mundial Sin Tabaco, fecha designada por la Asamblea Mundial de la Salud en 1989, para alentar a los fumadores a dejar de fumar y, así mismo, para incrementar el conocimiento del público sobre el impacto que tiene el tabaco en la salud.
Los efectos nocivos del tabaco  [editar]Los efectos nocivos del tabaco dependen de las sustancias químicas contenidas en la hoja de tabaco al momento de su combustión.




Principalmente son cuatro:
  • Nicotina: Principal componente del tabaco, produce la dependencia.
  • Monóxido de Carbono: Es un gas que procede de la combustión incompleta de la hebra de tabaco.
  • Gases irritantes: Gases que afectan al aparato respiratorio.
  • Sustancias Cancerígenas: En el humo del tabaco se han detectado diversas sustancias cancerígenas como el Benzopireno, que se forman durante la combustión del tabaco o del papel de los cigarrillos.
Al fumar, no solo los fumadores son afectados, también son afectados las personas más cercanas, los fumadores pasivos.

Este Día Mundial sin fumar, se enfatiza en la necesidad de abandonar el hábito del tabaco.
El cáncer de pulmón tiene la tasa de mortalidad más alta de todas las enfermedades causadas por el consumo de cigarrillo y la duración del hábito es determinante del riesgo, por lo que el inicio del consumo en la adolescencia incrementa en gran medida el riesgo de desarrollar este tumor.

El cáncer de pulmón, junto con el de tráquea y bronquios, concentró el 11% de las muertes por neoplasias y alcanzó una tasa de seis por cada 100 mil habitantes. Es más común en la población masculina, en la que se duplicó la mortalidad por esta causa, en comparación con la femenina, sobre todo a partir de los 45 años de edad, de acuerdo con el Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas de 2000, de la Secretaría de Salud.


Fuente: http://www.esmas.com


jueves, 22 de marzo de 2012

16 malos hábitos que te estropean los dientes

16 malos hábitos que te estropean los dientes


www.6topoder.com
Dicen que la sonrisa es una carta de presentación, ¡y es cierto! Si quieres que la tuya sea brillante y luminosa, el primer paso es cuidar al máximo tus dientes. Y eso, además de las imprescindibles visitas periódicas al dentista para prevenir problemas mayores o solucionar los que ya existen, implica desterrar algunos malos hábitos de tu rutina diaria.  ¿Sabes cuáles son?
La primera vez que Francisco visitó a su dentista,  a éste le llevó un segundo darse cuenta de los estragos que el cigarrillo había hecho no solamente en los dientes sino en las encías de su paciente. Además de realizar los empastes que Francisco necesitaba, tuvo que referirlo a un especialista (o periodoncista)  para tratar la periodontitis (o piorrea) avanzada que estaba amenazando seriamente sus encías y su dentadura. El fumar definitivamente es uno de los peores hábitos que perjudica a todo el organismo, no sólo a la salud de tu boca. Pero hay muchos más que debes evitar.
Aunque hay pocas cosas más difíciles que cambiar de hábitos, debes proponerte modificar estas malas costumbres que estropean tus dientes:
• Fumar. La nicotina oscurece el esmalte y mancha los dientes. Puede provocar además enfermedades en las encías, que a su vez aflojan los dientes. Y si no te parece suficiente, también da mal aliento, afecta las papilas gustativas… y puede causar cáncer en la boca, los labios y la lengua. Si hay un sólo hábito de esta lista que debes cambiar urgentemente, es éste. Tu boca y todo tu cuerpo obtendrán beneficios inmediatos.
• Usar los dientes como herramienta. Si acostumbras destapar las botellas de refresco con los dientes, éstos pueden fracturarse y desgastarse. También se dañan si los usas para abrir los frascos de las medicinas y los envases de cartón o de papel.
• Cortar el hilo con los dientes. Aunque te parezca más fácil, ¡no lo hagas! Ten a mano las tijeras cuando te sientes a coser. Cortar el hilo con los dientes los desgasta.
• Rechinar los dientes o apretarlos en exceso (bruxismo). Desgasta la superficie de los dientes y hasta puede aflojarlos. También afecta la articulación de la mandíbula.  Consulta con tu dentista. Es posible que necesites incluso dormir con un protector especial (férula o guarda oclusal) para que no lo hagas inconscientemente mientras duermes.
• Morderse las uñas. Además de no ser higiénico y hacer que tus dedos, de hecho, tus manos se vean feas, este hábito aumenta las posibilidades de que padezcas de bruxismo.
• Chupar pastillas para la tos. Aparte de su valor medicinal, es más o menos como chupar caramelos, porque los dos están llenos de azúcar. En ambos casos, asegúrate de cepillarte bien los dientes después de chuparlos.
• Comer gomitas dulces. Además de tener el problema anterior, las gomitas se pegan a los dientes, y el azúcar (y los ácidos que produce) permanecen  en contacto con ellos por horas, causando daños en el esmalte de los dientes.
• Tomar café. Su color y su acidez pueden manchar los dientes o ponerlos amarillos.  De nuevo, cepilla bien los dientes a menudo para evitar que se manche y se deteriore el esmalte.
• Beber vino. Tanto el vino tinto como el vino blanco contienen ácidos que deterioran el esmalte de los dientes, haciéndolos más vulnerables a las manchas. El vino tinto contiene además un pigmento que mancha los dientes. Para reducir el efecto dañino del vino, debes enjuagar la boca con agua después de beberlo o cepillarte los dientes con pasta blanqueadora.
• Beber refrescos (gaseosas, sodas). No sólo los caramelos y los dulces están llenos de azúcar. También los refrescos tienen una buena cantidad, sin contar los ácidos que contienen, y que afectan el esmalte de los dientes (estos ácidos, por cierto, también están en los refrescos de dieta que no contienen azúcar, pero sí endulcorantes o endulzantes artificiales).
• Masticar hielo. Sí, se trata sólo de agua congelada, refrescante, sin azúcar… ¡pero es duro! Masticarlo puede fracturar los dientes o producirles rajaduras.
• Comer papitas fritas de paquete. El almidón que contienen se convierte en ácido, y este ácido puede atacar los dientes hasta por 20 minutos. Si las comes, trata de lavarte los dientes y usar hilo dental lo antes posible.
• Comer muchos bocadillos (snacks) entre comidas. Estos alimentos producen menos saliva que una comida, y sus restos se quedan en los dientes por horas. Trata de reducir la frecuencia, y elige bocadillos bajos en azúcar y almidón, como bastoncitos de zanahoria.
• Morder los lápices. ¿Sueles morder los lápices cuando estás concentrado(a), estudiando o trabajando? Deja de hacerlo. Es igual que masticar hielo: puede fracturarte los dientes.
• Cepillarte los dientes con mucha fuerza o con un cepillo de cerdas duras.Puede producir retracción de las encías y exceso de sensibilidad en ellas.
• Cepillarte los dientes con movimientos horizontales. Desgasta el esmalte de los dientes. Lo correcto es cepillarlos con movimientos circulares.
¿Cuántos de estos malos hábitos practicas tú? Aunque no puedas eliminarlos todos de una vez, empieza poco a poco, y de ser posible, empieza por dejar los más peligrosos primero, como el cigarrillo.   Además procura visitar al dentista regularmente para tus chequeos y tus limpiezas, y para descubrir a tiempo cualquier problema en tus dientes, y ponerle remedio. También es importante que mantengas una buena higiene bucal, cepillándote los dientes y usando hilo dental. Después de eso, ¡sonríe sin miedo! Seguro que causarás una buena impresión.

viernes, 16 de marzo de 2012

Cepillarse los dientes para evitar infartos


Cepillarse los dientes para evitar infartos


Las bacterias de la boca son trasladadas por el torrente sanguíneo y pueden acabar bloqueando las arterias, según un estudio.

Ya sabíamos que cepillarse los dientes es muy importante, pero ahora un grupo de científicos ha descubierto que incluso puede evitar infartos y otros problemas de corazón.

Quienes lo hacen al menos dos veces al día reducen en un 70% el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas.


Los autores de la investigación, publicada en el British Medical Journal creen que se debe a que la bacteria que causa inflamaciones en la boca es transportada por el torrente sanguíneo y acaba bloqueando las arterias.
Es la primera vez que se demuestra con cifras algo que ya se venía suponiendo desde hacía tiempo: la relación de la higiene dental con la salud cardiovascular.
El equipo del profesor Richard Watt, del University College de Londres, llegó a esta conclusión tras seguir los hábitos de cerca de 12.000 personas, hombres y mujeres, de una media de edad de 50 años.
Cuidar las encías
Hallaron, entre otras cosas que "la enfermedad periodontal (infección e inflamación de las encías) está asociada con un aumento del 19% del riesgo de futuras enfermedades cardiovasculares".
"Ese aumento en el riesgo es más prominente, de un 44%, en las personas menores de 65 años", asegura la investigación.
Según explicó la experta en Ciencia de la BBC, Jane Dreaper, los científicos advirtieron que los riesgos no son comparables con otros factores como la obesidad o el tabaco, más susceptibles de provocar ataques al corazón.
Además, según la investigación, "futuros estudios serán necesarios para confirmar si la asociación entre la salud dental y la enfermedad cardiovascular puede considerarse una causa o sólo un marcador de riesgo".
Sin embargo, sí consideraron útil que los dentistas informen sobre estos riesgos a sus pacientes.
Sobre todo, dado que, como apuntó la investigación, según la Organización Mundial de la Salud, la infección e inflamación de encías es la principal causa de pérdida de dientes entre los mayores de 40 años.
"La enfermedad periodontal es altamente prevalente, especialmente en la mitad de la vida, cuando las enfermedades coronarias son también más comunes, y esto está provocado sobre todo por una higiene dental pobre", indica el estudio.
Fuente: http://on-msn.com/yr4n3B

jueves, 15 de marzo de 2012

El consumo de tabaco y café puede reducir a menos de un año los efectos del blanqueamiento dental.



El consumo de tabaco y café puede reducir a menos de un año los efectos del blanqueamiento dental.
Una bonita sonrisa constituye una efectiva carta de presentación para nuestras relaciones sociales y laborales y, por eso, debemos cuidarla al máximo. En ocasiones, el consumo de café, té, vino tinto, colorantes alimenticios y tabaco puede provocar que los dientes se vayan oscureciendo de forma progresiva.

“Seguir diariamente unos correctos hábitos de higiene bucal es fundamental para mantener los dientes blancos”, explica el Dr. Lobo, especialista de las clínicas Milenium Dental de Sanitas. Cepillarse con frecuencia, acudir regularmente a la consulta del odontólogo y una limpieza dental profesional al año contribuyen a mantener una perfecta salud bucodental y a lograr la eliminación del sarro. Además, reducir el consumo de tabaco, bebidas y alimentos con altos niveles de colorantes evitan la aparición de manchas en los dientes.

¿Cuándo es necesario recurrir al blanqueamiento?

En ocasiones, estos consejos no son suficientes para lograr una sonrisa blanca y radiante. Es en este caso cuando el Dr. Lobo aconseja a cada persona la opción de blanqueamiento más idónea, atendiendo a diversos criterios médicos.

“Por ejemplo, para dentaduras extremadamente sensibles a alimentos y bebidas frías o calientes se debe realizar un tratamiento desensibilizante antes o durante el proceso de blanqueado”, explica el Dr. Lobo. En el caso de las caries, éstas deben ser tratadas antes de comenzar el blanqueamiento. Además, no se recomienda el blanqueamiento para mujeres embarazadas o en periodo lactancia, ni para menores de 18 años.

Resultados y efectos secundarios del tratamiento

La tonalidad final dependerá del color base del diente. “Realmente debería llamarse „aclaramiento dental‟, ya que lo que hace el tratamiento es devolver al diente su color natural. Esta es la razón por la que nunca parecerá artificial”, afirma el Dr. Lobo Sanz.

Los resultados de este tratamiento empiezan a apreciarse después de la sesión clínica y pueden llegar a durar de 5 a 7 años, aunque dependerá de la persona y del sistema utilizado. Los hábitos de cepillado, el tabaco y el consumo de diferentes bebidas y comidas, también tendrán un papel importante en cuanto al tiempo que dure el blanqueamiento. Si el consumo de estas sustancias es muy elevado los efectos no superarán el año como norma general. Además, existe la posibilidad de hacer periódicamente sesiones de mantenimiento para prolongar su efecto.

En cuanto a los efectos secundarios del tratamiento, la mayor parte son de carácter temporal y deberían desaparecer en unos días. Los más importantes son la sensibilidad de los dientes al frío o al calor y la irritación de encías.

 Fuente: Noticias médicas