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lunes, 16 de abril de 2012

Comprendiendo el Estrés y su Efecto Sobre la Salud Bucal


Comprendiendo el Estrés y su Efecto Sobre la Salud Bucal




En estos tiempos de dificultades económicas, en que la tasa de desempleo está en su punto más crítico desde la Grande Depresión de 1929, muchos americanos están bajo estrés debido a la ansiedad y a los problemas de orden financiero. Si no se trata, el estrés puede afectar la mente y el cuerpo, incluso la salud bucal.
El estrés se define como una respuesta fisiológica del cuerpo a situaciones o problemas que pueden afectar negativamente la actitud o el organismo de una persona. El estrés se divide en cuatro categorías: eustrés, distrés, hipoestrés e hiperestrés.
El eustrés es una forma de estrés positivo. Es un estrés motivador y permite que la persona concluya su proyecto o trabajo. El distrés es un estrés negativo que afecta las personas a través del miedo, frustración y a veces, la ira. El hipoestrés ocurre cuando alguien no está bajo estrés positivo y puede dar origen a más problemas, produciendo tedio y desesperación. El hiperestrés es el resultado del estrés cuando alguien se esfuerza demasiado para cumplir plazos.
Cuando aparece el estrés, más personas son afectadas por hábitos poco saludables o negativos que pueden influenciar su salud bucal, tales como el uso del tabaco y el alcohol, como afirmó el cirujano-dentista Dr. David Cochran, PhD, Presidente de la Academia Americana de Periodontología y profesor titular del Departamento de Periodontología del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio. Los factores de riesgo – tabaco y alcohol – pueden influenciar el desarrollo de las enfermedades periodontales.
Un estudio publicado en el Journal of Periodontology en 2007 mostró que el estrés interfiere en la higiene bucal. 56% de los participantes del estudio afirmó que el estrés había afectado su capacidad de cepillarse los dientes y usar hilo dental.
La hormona cortisol está presente en el estrés. El cortisol se acumula en niveles crecientes y puede llevar a la enfermedad periodontal.
El estrés puede afectar la salud bucal de las personas, causando los siguientes problemas:
  • Aparición de aftas – Aftas son pequeñas heridas en la boca causadas por virus, bacterias y/o deficiencias del sistema inmunológico.
  • Disfunción de la Articulación Temporo Mandíbular y/o Bruxismo – Las personas bajo estrés pueden tener problemas que afectan la articulación temporomandibular (ATM), así como rechinar y apretar los dientes (Bruxismo) durante el día o cuando duermen.
  • Boca seca – El estrés puede afectar el nivel de salivación. Ciertos medicamentos pueden tener influencia sobre el flujo salival.
  • Gingivitis – Varios estudios muestran que el estrés puede afectar la capacidad de realizar una buena higiene bucal y esto desencadena la aparición de inflamación gingival (gingivitis).
Éstos son algunos de los problemas que pueden ocurrir cuando el estrés está presente. Consulte a su dentista, si está pasando por cualquiera de ellos. Intente aligerar el estrés ingiriendo una dieta nutritiva, durmiendo el número de horas necesario por la noche y ejercitándose para reducir la ansiedad y la tensión consecuentes del estrés.


Fuente: www.colgate.com 

lunes, 26 de marzo de 2012

El consumo de helados y bebidas frías aumenta la hipersensibilidad dental

El consumo de helados y bebidas frías aumenta la hipersensibilidad dental

El consumo de bebidas y alimentos muy fríos, como algunos tipos de helados, es muy frecuente en los meses de verano pero, según advierte la cirujano dentista, Carolina Benalal, estos alimentos pueden aumentar la sensibilidad dental y, por ello, proponen "no estimular en exceso" a los dientes y combinar la ingesta de estos alimentos con la de otros calientes.
Los helados han sido desde siempre una de las mejores fórmulas para paliar las altas temperaturas del verano y, al contrario de lo que se suele pensar, sus azúcares resultan más inocuos que los de otros productos para los dientes, disminuyen su capacidad de provocar caries y estimulan la salivación, lo que ejerce cierta protección por su acción de drenado y neutralización de la acidez.
Sin embargo, como señala esta experta, su ingesta excesiva puede provocar hipersensibilidad o hiperestesia, un trastorno que causa rechinamiento de los dientes y vibraciones sobre el hueso que, en algunos casos, puede derivar en una pérdida ósea y, como consecuencia, en la retracción de la encía.
En otras ocasiones, la anatomía del hueso del paciente influye directamente en la salud bucodental, ya que "existen las piezas con un hueso en el borde del diente fino, y también con hueso grueso".
"El fino es estéticamente más bonito y da un perfil a la encía mucho más estético, pero al ser más fino es más frágil y nos encontramos con el efecto conocido como 'cristal de bohemia', que va descascarillando el hueso y desgasta el esmalte, lo que contribuye igualmente a la hiperestesia", según Benalal.
Para mantener una dentadura saludable y evitar la aparición de hipersensibilidad, los expertos siguen apostando por una dieta saludable como el mejor aliado contra los problemas bucodentales.
El yogur, los quesos, la leche, los huevos, carnes de vaca, pollo y pescado, así como las frutas, verduras y hortalizas se encuentran entre los alimentos más recomendables para favorecer el desarrollo de los dientes y la absorción del calcio necesario.
ALIMENTOS PARA LIMPIAR Y FORTALECER LOS DIENTES
Además, Benalal apunta a algunos alimentos que ayudan a limpiar y fortalecer los dientes y las encías, y combatir las bacterias que se acumulan en la placa son los que poseen vitaminas C y A, flúor y calcio, como la naranja, la mandarina y el pomelo, que fortalecen las encías y ayudan a curar la gingivitis y la periodontitis, aunque deben ser consumidas con moderación ya que los ácidos pueden debilitar el esmalte.
Otros alimentos como la zanahoria, el plátano, la manzana o las espinacas contienen altos niveles de flúor, lo que ayuda a fortalecer las piezas dentales y el esmalte.
No obstante, por encima de todo, la doctora Benalal recomienda "evitar la acidez y, por ello, las bebidas carbonatadas, que reducen el PH bucal y favorecen la aparición de sensibilidad".
Estas recomendaciones deben ser tomadas muy en cuenta por los pacientes que padecen hernia de hiato, cuyo PH bucal suele ser elevado, así como entre las personas que tienen el hábito de comer limones con piel incluida, masticar hielos, y los que sufren o han sufrido episodios de bulimia, ya que aumenta drásticamente la acidez bucal, destruyendo de forma agresiva el esmalte y causando una hiperestesia importante.

Fuente: Europa Press