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lunes, 23 de julio de 2012

La dentista con más arte de toda España 




Odontóloga de profesión, Pilar Citoler ha reunido una de las mejores colecciones de arte contemporáneo del país. Sin herederos directos, desea que acabe en un museo. «No es exactamente una venta, sino una cesión a cambio de un beneficio. No soy la millonaria americana que pueda donar la colección y seguir viviendo a todo nivel», afirma. 

Por Elena Pita. Fotografías de Chema Conesa

No le avala fortuna familiar ni fundación o empresa alguna en busca de favores fiscales. Tampoco compra por oficio: ni siquiera lo hace para el Museo Reina Sofía cuyo patronato preside. Lo hace por devoción, pasión, obsesión casi: coleccionismo en estado puro. Pieza a pieza, préstamo a préstamo, Pilar Citoler, 71 años, de profesión dentista, soltera y sin hijos, ha reunido bajo el título de Circa XX una de las más completas colecciones privadas de arte contemporáneo internacional de España. Han sido 37 años rastreando arte, apostando por su gusto y su intuición, privándose de lujos mundanos. Al cabo de este tiempo, la colección de Citoler busca comprador.
Pilar Citoler (Zaragoza, 1937) es una mujer menuda y fina, muy mirada, arreglada y cuidada en sus detalles, en sus ropas, en sus joyas pequeñas y bonitas. Huele su casa a libros antiguos y a un poso de flores secas. «Soy una coleccionista de segundo nivel, como yo lo defino; es decir, pertenezco a este grupo de personas que adquirimos arte contemporáneo cuando se gesta. Y lo normal es que una obra que has adquirido de este modo, al cabo de los años se revalorice. Los grandes coleccionistas compran obra que ya está a precios altísimos. Para ser coleccionista de este segundo nivel, mucho más asequible, no hace falta ser un gran potentado».
Ortodoncias, puentes, extracciones... «Sí, mi consulta odontológica ha sido siempre la principal fuente de ingresos, pero he tenido otras, como la familiar; en general, me defiendo. Y sí, claro que he prescindido de otro tipo de lujos, que no me interesan: mi vida es bastante sobria». Vive en un viejo inmueble cercano al Parque del Retiro de Madrid, un primer piso sin ascensor ni patio de carruajes, una vivienda que pasaría por ser cualquiera si uno no se detuviera en sus paredes, en sus vitrinas y capiteles.
Dicen que el coleccionismo responde habitualmente a una conducta cuasi patológica de la psiquis humana, una especie de obsesión o manía convulsa que Pilar Citoler admite padecer. «Claro, yo siempre he coleccionado cosas, de cualquier índole, antes aún de coleccionar arte. Desde luego que el coleccionismo obedece a una obsesión, que a veces no controlas; es como una manía que te atrapa y que puede llegar a ser patológica: en ocasiones mereceríamos ser internados», sonríe la doctora.
Cuando adquiere la pieza, ésta pasa a ser algo más que suya, pasa a ser ella: «Me parece que en toda mi vida he vendido unas tres obras, y todavía lo lamento. Cuando adquiero una obra, ésta se hace mía».
Empezó en la década temprana de los años 60, allá por el Grupo de Cuenca que constituye el arte abstracto de Torner, Rueda, Zóbel y otros, y que convivió con aquel otro movimiento que Antonio Saura, Millares, Canogar, Feito y demás, integraron bajo el nombre de El Paso. «Cuando vine a Madrid a estudiar Estomatología, me encantaba ver museos y colecciones, y visitar las apenas 12 galerías que entonces había establecidas. Así que enseguida establezco contactos y relaciones en este mundo de las artes plásticas, en torno al que gira mi tiempo libre y mi espacio lúdico. Trabo amistad con creadores, conozco sus estudios y sus obras, y empiezo a comprar por puro gusto y placer. Era el año... no recuerdo, ¿tú recuerdas el año que matan a Kennedy?» 1963. Y así hasta hoy. «Cuando me quise dar cuenta, ya tenía un número importante de obras; entonces la colección toma cuerpo y tengo que hacer inventarios y análisis: darle forma a todo aquello con la ayuda de un conservador». Año 1972.
La afición museística le nació en París, en el transcurso de un viaje de estudios que hizo a la ciudad de la luz siendo bien jovencita. Pero nunca llegó a plantearse el mundo o el estudio del arte como profesión: «Mis condicionamientos familiares eran muy fuertes [nieta e hija de dentistas]. No me obligaron, a mí me gustaba la Estomatología pero, sobre todo, era lo que familiarmente convenía. Procedo de una familia muy liberal que no sólo respetó mi forma de ser independiente sino que me la inculcó». Nadie la preparó para el matrimonio, que hubiera sido lo normal en su tiempo, y esto «me permitió estudiar, viajar, especializarme y cultivarme, sí. Aunque Zaragoza no fuera la capital de la vanguardia artística, sacábamos mucho partido a lo poco que teníamos».
La lección también le ha servido a la doctora Citoler para saber reunir con acierto una colección que ella ahora desearía ver como «el germen de algo más amplio: un centro de arte o un museo de arte contemporáneo de nueva creación en una ciudad que aún no lo tenga». Un planteamiento que también ha venido a posteriori: «Debiera tener un fin social y didáctico, desde luego». Citoler no tiene herederos directos.
–¿Piensa en la venta o en una donación? ¿A qué precio la vendería?
–Yo he invertido e invierto todo lo que tengo en esta colección, y vivo muy supeditada a mis deudas, que voy pagando poco a poco porque las galerías son comprensivas y pacientes, y no ahogan. Si mi colección va a pasar a otras manos, esto tendría que darme un mínimo de rentabilidad para poder seguir llevando una vida digna y sobria, donde el único lujo es éste del arte. No, no soy la millonaria americana por excelencia que pueda donar la colección y seguir viviendo a todo nivel.

PICASSO, MIRÓ, WARHOL, BACON... Está la doctora Citoler en busca de acuerdos con museos, fundaciones y centros de arte que puedan darle un sentido a su obsesión coleccionista convertida en baluarte del arte contemporáneo. «Y sí, sin prisa pero sin pausa, es lo que debo hacer. No es exactamente una venta, sino una cesión a cambio de un beneficio que me compense. No tengo prisa porque, de momento, las exposiciones que hago de la colección me entretienen mucho [la última, el pasado otoño en el Círculo de Bellas Artes de Madrid: Lenguajes de Papel]. Es una gran satisfacción personal ver cómo los demás disfrutan de las obras». Así seguirá, hasta que la colección se le caiga encima por su propio peso o el de las deudas (ríe de la ocurrencia), o hasta que le ofrezcan un buen acuerdo de cesión.
–Y ¿qué título elegiría para pasar a la Historia: mecenas, inversora, especuladora...?
–No soy una inversora de arte, no compro por invertir el dinero ni pienso en el arte como inversión. Cuando compro una pieza lo hago porque me atrae y porque veo que encaja bien en la colección. Yo soy una coleccionista por deleite y disfrute, y justifico mi afán y el esfuerzo que me supone en tanto en cuanto puedo mostrar las obras y los demás pueden disfrutar de ello, aunque al final las exposiciones me cuesten dinero. No me interesaría nada tener los cuadros guardados.
Circa XX sobrepasa ya las 1.000 obras, entre óleos, dibujos, escultura, fotografía, vídeo y otros soportes. Picasso, Miró, Bacon, Man Ray, Tàpies, Rauschenberg, Saura, Warhol, Barceló, largo etcétera. Y continúa comprando «dentro de mi capacidad adquisitiva y la generosidad de las galerías a las que no puedo pagar sino con cierta lentitud. Sólo por fuerza mayor pararía la colección, es lo que me mantiene viva, es mi aliciente vital: ponerla al día, seguir alimentándola».
Y aquí dirán los lectores que falta el dato fundamental: su valoración. Citoler dice no haberla hecho nunca, o tal vez no quiera confesarla. «Es muy difícil establecer su valor, porque muchos autores son fluctuantes en su cotización: depende de las exposiciones y las subastas en las que tomen parte; a veces sucede que un artista queda relegado temporalmente del mercado pero su obra sigue siendo espléndida». Es el riesgo de la contemporaneidad rabiosa.
Cifra, en cambio, el valor del conjunto en que «es una lectura de lo que ha sucedido en la escena internacional del arte durante la segunda mitad del siglo XX y hasta hoy. Además, está configurada de una manera muy libre, independiente e intuitiva: nunca me han asesorado críticos ni historiadores, y ni siquiera las galerías me han condicionado».
Como tal, como punto de vista y actor independiente y libre, Pilar Citoler, al igual que la mayoría de coleccionistas de arte, ha participado por fuerza en la definición del orden estético, cuya confusión crece con el tiempo. «Es cierto que a veces la síntesis y la conceptualidad es tal, que al final sólo el creador entiende lo que quiere decir: la obra ya no sensibiliza. Para el gran público hay una gran dificultad de comprensión, y dentro de esa dificultad está lo verdadero y lo falso. Hay artistas que evolucionan y llegan a una depuración o forma de expresión que puede ser incomprensible, pero es respetable; lo que no se justifica es cuando esto se hace de modo gratuito. Entonces, si no gusta la obra, es por algo».
–¿Qué opina usted de la cúpula de Barceló, aun sin haberla visto?
–Estoy segura de que estará muy bien, estoy deseando ir a Ginebra para verla. Es un alarde, quizá, de excentricidad, pero él se lo puede permitir; le avala una obra grande, una creatividad sorprendente y una gran originalidad. No sé si me encantará la cúpula, pero estoy convencida de que no será nada gratuita.
La Fundación Botí, compartida por la Universidad y por la Diputación de Córdoba, ha creado un premio de fotografía que lleva su nombre y cuenta con su colaboración, pero no es que la fotografía le guste por encima de otros soportes. «No. Creo que la manifestación estelar es el óleo, aunque el dibujo me gusta muchísimo porque tiene la belleza de la simplicidad, de lo espontáneo. El artista delante de un papel es muy libre. En cambio, el lienzo requiere muchísimo más estudio y proyecto».
Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes y Premio Arco 2005 al coleccionismo privado, Citoler preside desde septiembre de 2007 el Patronato del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Le he preguntado por qué es tan común la designación de coleccionistas al frente de los patronatos de grandes museos y fundaciones, algo que cuestionan los estudiosos del arte y los conservadores. «Tal vez porque no somos personas corporativas del mercado del arte ni pertenecemos a la profesión. Un coleccionista se entiende como una figura independiente, pero implicada y con la sensibilidad suficiente. De cualquier modo, la figura clave es la del director, que es quien selecciona y proyecta; el patronato es un órgano de gobierno que analiza y juzga, aprueba o rechaza, sí, pero la iniciativa le viene ya dada, no crea nada».

SIN FILIACIÓN POLÍTICA. Sucedió su nombramiento en medio de una polémica sobre la anterior gestión del Reina Sofía. En un país como éste, que parece empeñado en politizar sus instituciones culturales y artísticas, cabe preguntarse qué tuvo que ver su filiación o cuál es su filiación. «No tengo filiación política, tan sólo un sentido muy liberal de la vida que a veces conecta con unos y otras, con los otros: no me decanto por nada. Y creo que el actual Ministerio de Cultura está intentando desvincularse de este corsé político, de ahí que nuestro director haya sido elegido por consenso de un jurado internacional, una práctica que se quiere implantar en todos los museos».
Pregunta del millón: ¿dónde está la escultura de Richard Serra?, ¿cómo pueden perderse 38 toneladas de hierro? Ríe. «Yo creo que ha desaparecido, que se debió de vender como chatarra. Llevaba unos 12 años desmontada en unos talleres y sólo se echó en falta cuando la anterior directora hizo un inventariado. Se supone que las cosas no deben desaparecer, pero tal vez no hubo el celo preciso, y en el momento en que se liquidó el almacén donde se guardaba, aquellas chapas, con intención o sin ella, debieron de venderse como metal al peso. Eso es lo que yo creo».
¿Y la teoría del listo ladrón? «Imposible, ¿qué iba a hacer con ella? Es una pieza inmensa y conocida que no puede venderse en el mercado negro. Sólo un loco podría tenerla oculta. Y sí, hay algo oscuro, extraño, sí».

Fuente http://www.elmundo.es

miércoles, 13 de junio de 2012

10 claves para cuidar los dientes

10 claves para cuidar los dientes





Previene las enfermedades dentales
Las enfermedades dentales son fáciles de prevenir. Sin embargo, muchas personas no saben exactamente qué hacer para evitar las molestas caries, por ejemplo. Desde el cepillo de dientes hasta el hilo más recomendado. Te contamos 10 secretos para vivir con más salud bucal.




¿Estas seguro de que guardas bien tu cepillo de dientes? ¿Sabes exactamente cómo cuidarte de las enfermedades más comunes de la boca? Conoce estas 10 recomendaciones del Center for Disease Control and Prevention (Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades) y de la American Dental Association (Asociación Americana de Dientes).

Siempre. Es fundamental cepillarse al menos dos veces por día los dientes. Si se puede más, mejor. Busca siempre pastas dentales con fluoruro.

No compartas. No es bueno compartir el cepillo de dientes. Esto puede lograr que tú te contagies alguna infección bucal. Ten especial cuidado si sufres una enfermedad en tu sistema inmunológico.


Cuídalo. Como tus dientes, tu cepillo requiere de ciertos cuidados. Luego de usarlo debes enjuagarlo con mucha delicadeza bajo el agua corriente. Guárdalo siempre en posición vertical con las cerdas hacia arriba. No permitas que los cepillos tengan contacto entre sí.

¡No lo hagas! No limpies tu cepillo en soluciones desinfectantes, enjuagues bucales, lava vajillas, dispositivos de microondas para desinfectar o rayos ultravioleta. 

Aprende a reemplazar. Cada 3 ó 4 meses debes cambiar tu cepillo. Antes si tú vez que tiene las puntas de las cerdas gastadas o dobladas. Si mantienes así tu cepillo, este no hará el efecto deseado en tus dientes.

Para niños. Cada niño debe tener su cepillo dental bien identificado. Antes de colocar pasta en su cepillo es bueno eliminar un poco para evitar cualquier contagio bacteriano.

El hilo dental. Es fundamental. Debes usarlo a diario. Busca hilos dentales aprobados por la Academia Dental Americana (ADA). Las bacterias que causan las caries pueden vivir entre los dientes, lugares donde las cerdas de los cepillos no llegan.

Tu dieta sí importa. Lleva una dieta balanceada, evita la comida chatarra, las golosinas y los refrigerios. 

Si no están. Si no tienes dientes debes cepillar siempre las encías con un cepillo muy suave. Se recomienda enjuagar la boca con agua tibia. Puedes colocarle una cucharada de sal.

No dejes de ir. Visita siempre a tu dentista. Para saber cómo está tu salud bucal pero también para realizarte limpiezas bucales.  

Fuente: http://archivo.univision.com

viernes, 8 de junio de 2012

QUÉ SIGNIFICA SOÑAR CON DIENTES?


QUÉ SIGNIFICA SOÑAR CON DIENTES?



Los sueños en los que sus dientes se caen son muy frecuentes y existen varias interpretaciones según la persona y su situación. Los dientes representan nuestra seguridad en nosotros mismo - son símbolo de nuestra felicidad (sonrisa) y apariencia.
Soñar, que se les caen los dientes representa su temor a hacer el ridículo en la vida real. Le falta la seguridad necesaria, para realizar una tarea específica y le preocupa, que los demás se rían de usted. En los sueños los dientes representan fuerza - los utilizamos para morder, romper, masticar... En este sentido, si en su sueño se caen o se rompen, significa, que en la vida real siente que no logra que los demás escuchen su opinión sobre un tema concreto o en general. Tal vez está en una situación o una relación que le hace sentirse inseguro. Debe recobrar la seguridad en sí mismo y debe aprender a expresar su opinión y sus ideas con mayor decisión.
Soñar que se le caen los dientes también presagia la muerte de un familiar, la pérdida de dinero o de algún objeto valioso.
Si se le caen los dientes de arriba, le anuncia la muerte de una persona importante y valiosa.
Si se le caen los dientes de abajo, le anuncia la muerte de alguien, pero a Vd. no le representa ninguna pena grande.
Por otra parte, si sueña que sus dientes se están llenando de caries y se rompen, significa que debe llevar cuidado en el trabajo. Algunos ofrecen otra interpretación de este sueño - que la persona que sueña con dientes podridos o rotos se arrepiente de haber contado una mentira o una calumnia.
Soñar que se lava los dientes, le dice que superará obstáculos, pero que tendrá que recuperar el tiempo perdido.
Soñar que tiene los dientes blancos, alineados y perfectos, le pronostica un periodo de buena suerte y buena salud.
Si sueña que pide que le saquen los dientes superiores, significa que necesita cortar la relación con alguien.
Si se le caen los dientes y en la vida real Vd. tiene deudas, significa que podrá devolver ese diento.
Si sueña que sus dientes están blandos y se tuercen, es de muy mal augurio, porque presagia su propia muerte.
Si sueña que sus dientes están sucios, con verduras y carnes entre ellos, significa que se encontrará con algunas trabas en su camino.
Si sueña que sus dientes son de oro o de marfil, es de muy buen augurio, porque presagia riquezas, dinero, buena suerte.
Si los tiene de madera, cristal y muy débiles, es de muy mal augurio, porque le anuncia una muerte violenta.
Si ve como le vuelven a salir los dientes que había perdido, significa que se van a arreglar las cosas.
Si sueña que lleva dentadura postiza, significa que será víctima de un engaño.
Soñar que va al dentista y le arranca algún diente, representan malas noticias y problemas con sus enemigos.
Soñar que va al dentista a hacerse una limpieza bucal y cuando sale siguen sucios, le advierte del mal funcionamiento de su negocio. Tenga cuidado, porque aunque parece que funciona o es así.
Soñar que tiene los dientes mal colocados y feos desde siempre, significa que los negocios o el trabajo, le irán cada vez peor. Ocúpese bien de su trabajo.
Si sueña que Vd. se arranca un diente y juega con su lengua y el agujero, que se ha producido, significa que se verá implicado en negocios fraudulentos y que deberá abandonar.
Soñar con dientes de perro, es de buen augurio, ya que son el símbolo de sinceridad, amistad, de buenos amigos y de una amigable relación de pareja.
Soñar que ve dientes de león (o cualquier felino), significa que tiene un gran autocontrol, control mental, fuerza física e inteligencia, lo que le permitirá conseguir todo lo que se proponga.

Fuente: http://www.euroresidentes.com/

martes, 22 de mayo de 2012

¿Cómo Cuido de Mis Dientes Como Adulto?


¿Cómo Cuido de Mis Dientes Como Adulto?






¿Cuál es la mejor manera de cuidar mis dientes siendo adulto?

La clave para mantener una sonrisa brillante y saludable durante toda la vida adulta es practicar una correcta higiene bucal. Los adultos también padecen caries y enfermedades de las encías que pueden convertirse en problemas serios. Por eso es importante que en la vida adulta, usted respete estas sugerencias:

  • Cepíllese los dientes dos veces al día con una pasta de dientes con flúor para eliminar la placa bacteriana (que es una película pegajosa que se adhiere a los dientes y que es la causa principal del deterioro de los dientes y encías).
  • Utilice hilo dental diariamente para eliminar la placa depositada entre los dientes y debajo de la encía evitando que se endurezca y se convierta en sarro. Una vez que el sarro se ha formado, sólo se elimina mediante la limpieza profesional.
  • Use enjuague bucal antes o después de cepillarse los dientes.
  • Limite el consumo de almidones y azúcares, especialmente los alimentos pegajosos. Cuanto mayor es la frecuencia con que ingiere alimentos entre comidas, más oportunidades tienen los ácidos de la placa de atacar su esmalte dental.
  • Visite al dentista periódicamente para que le realice exámenes periódicos y limpiezas profesionales.
¿Qué temas dentales especiales debo conocer como adulto?

Aún cuando se cepille los dientes y use hilo dental periódicamente, probablemente deba enfrentar ciertos problemas de salud bucal en la vida adulta. Afortunadamente, el dentista puede ayudarle a prevenir y sanar la mayoría de estas situaciones satisfactoriamente.

  • La enfermedad de las encías comienza como gingivitis, que en su etapa inicial todavía es reversible. Los síntomas de la gingivitis son encías enrojecidas, inflamadas o muy sensibles, que tienden a sangrar durante el cepillado o espontáneamente. Si observa alguno de estos síntomas, consulte a su dentista antes de que los problemas sean más serios. La enfermedad, en sus etapas más avanzadas, puede provocar la pérdida de los dientes.
  • La salud de las encías también afecta su estado general de salud. Estudios recientes han demostrado una posible relación entre la periodontitis (una enfermedad de los tejidos que fijan el diente al hueso ) y otras enfermedades, como la diabetes y las afecciones cardíacas; y un posible vínculo con los nacimientos prematuros. Para prevenir la aparición de la enfermedad de las encías, cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día, utilice hilo dental diariamente y programe limpiezas profesionales cada seis meses.
  • Las cavidades alrededor de obturaciones existentes (denominadas caries recurrentes) y las caries en las superficies radiculares de los dientes son más comunes con el avance de la edad. Por lo tanto, es importante cepillarse con una pasta de dientes con fluoruro, usar enjuague bucal antes o después del cepillado, así como el uso del hilo dental diariamente y visitar al dentista con regularidad.
La sensibilidad puede agravarse a medida que envejecemos. Las encías se retraen naturalmente con el tiempo, exponiendo zonas del diente que no están protegidas por el esmalte. Esas zonas son particularmente propensas al dolor ante los alimentos o bebidas frías y calientes. En casos severos, puede presentarse sensibilidad al aire frío, bebidas y alimentos ácidos y dulces. Si experimenta sensibilidad, pruebe una crema dental para dientes sensibles. Si el problema persiste, consulte a su dentista, ya que la sensibilidad puede indicar un trastorno más serio, como una caries o un diente fisurado o fracturado.
Las coronas se utilizan para reforzar los dientes dañados. Una corona cubre o "enfunda" completamente el diente dañado. Además, se utiliza para mejorar su aspecto, forma o alineación. Los implantes y los puentes se utilizan para reemplazar dientes faltantes. Los implantes dentales reemplazan uno o más dientes, o bien se utilizan para sujetar prótesis dentales completas o parciales. Consulte a su dentista para saber si los implantes son adecuados para usted. Los puentes se suelen utilizar para reemplazar uno o más dientes faltantes, sirven para cubrir el espacio existente. Los puentes se cementan a los dientes naturales o a los implantes que rodean el espacio vacío.
¿Cómo puedo ayudar a que mis dientes sean más blancos? 

La limpieza profunda realizada por un dentista o higienista eliminará la mayoría de las manchas externas causadas por los alimentos y el tabaco. El uso de una pasta de dientes blanqueadora también puede ayudar a eliminar esas manchas superficiales. Si han estado presentes durante muchos años, es posible que deba acudir a un dentista para que le realice un blanqueamiento profesional y elimine las manchas más rebeldes.

Las manchas internas pueden blanquearse, cementarse o taparse con una corona. Si bien cada uno de estos métodos es seguro y eficaz, su dentista recomendará el tratamiento apropiado para usted según el estado de sus dientes y los resultados que desee obtener.
¿Qué efecto tiene la dieta sobre mi salud bucal? 

Es necesaria una alimentación adecuada porque de no existir puede si dejar afectar en gran medida el estado general de salud y el estado de salud necesario para mantener dientes y encías saludables. Una dieta equilibrada proporciona a los tejidos gingivales y a los dientes, los nutrientes y minerales que necesitan para mantenerse fuertes y resistir a las infecciones que contribuyen a la enfermedad de las encías. Además, los alimentos fibrosos como las frutas y los vegetales, ayudan a limpiar los dientes y los tejidos. Los alimentos blandos y pegajosos en cambio, tienden a permanecer en las fosas de los morales y entre los dientes, produciendo más placa.

Cada vez que consume alimentos y bebidas que contienen azúcares o almidones, las bacterias de la placa producen ácidos que atacan los dientes durante 20 minutos o más. Para reducir el daño al esmalte dental, limite la cantidad de veces al día que ingiere alimentos. Cuando consuma alimentes, elija aquellos que sean nutritivos, como queso, vegetales crudos, yogurt común o frutas.
Fuente: http://www.colgate.cl