Lactancia y odontología en el bebe
La lactancia materna no sólo tiene enormes beneficios nutritivos, inmunológicos y emocionales para el bebé.
Además favorece el correcto
posicionamiento de las arcadas dentarias y con ello, una buena oclusión
dentaria (buena mordida entre los dientes superiores e inferiores).
Todos los bebés nacen con una mandíbula "pequeña" en comparación con el maxilar superior.
La succión del pecho ayuda a que la mandíbula "avance" en su posición y con ello se obtiene una mejor relación entre el maxilar y la mandíbula. Diversos estudios indican que con la ejercitación de los músculos masticadores y faciales al lactar, disminuyen al 50% los indicadores de maloclusiones (malas mordidas).
Posición de la mandíbula con el pecho y con el biberón
La lactancia materna también facilita la respiración nasal del bebé, ayuda a un correcto posicionamiento de la lengua y a un buen desarrollo de la musculatura oral, previene patrones de deglución anormales, promueve una correcta forma del paladar, aumenta el flujo salival, entre muchas otras ventajas.
La mayoría de odontopediatras coincidimos en la gran importancia de la lactancia materna durante los primeros seis meses para el correcto desarrollo de la respiración, de la boca, de la oclusión (mordida) y de la deglución (tragar los alimentos) durante la infancia.
Lactancia prolongada y caries
La lactancia materna prolongada (después del año de edad si es diurna y/o después de la erupción del primer diente de leche si es nocturna) y su relación con la caries es un tema de gran controversia.
Al ser la caries una enfermedad infecciosa multifactorial, estamos convencidos que no existe ningún factor que ocasione la caries por sí solo.
Sin embargo, la mayoría de madres que
dan el pecho a demanda durante la noche -momento de mayor
susceptibilidad al ataque bacteriano porque el flujo de saliva es casi
nulo, no limpian los dientes después de la toma, aumentando el riesgo
del bebé al combinar la ausencia de higiene oral con la presencia de un
sustrato (leche) sobre la superficie dental.
Debemos agregar que existen también otros factores que pueden aumentar el riesgo de caries tales como: niños que se despiertan varias veces por la noche a comer (pecho o biberón); tiempo que el niño se duerme con el líquido en la boca; consumo de alimentos azucarados, insuficiente exposición a fluoruros presencia de defectos en el esmalte (hipoplasias); transmisión temprana de bacterias; entre otros.
Debido a que cada niño presenta un riesgo diferente a desarrollar enfermedades (incluyendo la caries), los padres deben llevar a su bebé con un profesional para que éste identifique el riesgo de caries individual y las estrategias preventivas necesarias de acuerdo a cada caso.
Nuestros consejos sobre la lactancia son:
* Recuerda que la leche materna no causa caries por sí sola; pero vemos en la consulta muchos lactantes que presentan caries a edades tempranas cuando la lactancia nocturna se prolonga y se combina con una falta de higiene bucal; cuando el bebé mama muchas veces durante la noche; cuando el bebé pasa mucho tiempo con la leche en la boca; cuando existen alimentos complementarios azucarados; cuando no existe la suficiente exposición a fluoruros; cuando el niño tiene defectos del esmalte; cuando existe una trasmisión temprana de bacterias de la saliva de los padres; etc.
* Empieza con la higiene oral tan pronto como puedas, aunque tu bebé no tenga dientes. Aprovecha el momento del baño para limpiarle las encías con una gasa, un pañito humedecido o un dedal de silicona.
* Una vez erupcionado el primer diente de leche, disminuye gradualmente la lactancia materna durante las noches. Si decides no hacerlo, es muy importante que realices la limpieza dental inmediatamente después de la toma.
* Lleva a tu bebé al odontopediatra antes de su primer cumpleaños para que te informe de las medidas para evitar la aparición de caries y otras enfermedades orales.
Fuente: www.odontologiaparabebes.com